Mundos paralelos
La carpa se embutía graciosa en el estanque vítreo coronado de nenúfares. Era su perfecto cosmos un líquido murmullo de guijarros chapoteados al fluir la corriente. Inexperta, un día quiso profanar el aire, indagando los áridos confines donde la intemperie impedía la inspiración de sus agallas. Intempestivamente, fue agredida sin conmiseración, de colisión brutal por su osadía. (Escarmentaba ya muy tarde el “sinsentido” de orbes inconexos).
Vagamente inconsciente, dando coletazos se quejaba: “¿qué raro mundo es éste?”... Exánime, transmutó su realidad mortal como carnada para un pez mayor, (consciente de la larga agonía que en su exterminio, conllevó habitar un sueño).
El develado abismo... cerró sus fauces al caer la piedra.
El develado abismo... cerró sus fauces al caer la piedra.
J.J.A.Z.
Hirsutismo
Salió por fin a lo más alto de aquel edificio para poner a prueba su exitosa operación de córnea, desafiando el reacio tope de las lejanías con su neto desplante de vigor visual. Incrédulo, percibió apenas la vaga figura que reposaba sus sinuosas curvas en el telar de playa, descorriendo impune su secreto a tan errada visión. Corrompido por la forma ennegrecida que esa desnudez legaba al táctil sol de la azotea, quiso asirla a través del potente catalejo, y, ¡bingo!... alucinado, fantaseó a su antojo, entretejiendo la púbica maraña de pelambres grifos, brutalmente hilvanada en el triángulo de sexo.
Absorto, despegó los ojos y batió las lentes para patentizar en un segundo enfoque su venturosa intromisión de fisgo. Pero el funesto ensueño revoloteó con la patuda mosca que posaba ajena sobre el vidrio, en el instante del focal deleite.
J.J.A.Z.
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